Un paraíso fiscal es un territorio de baja o inexistente tributación, que mediante su estructura garantizan el secretismo de todo tipo de operaciones, sin medidas de control.
El caso de paraíso fiscal mas significativo es el de la República de Liberland, con impuestos del 0%. Este país no está reconocido a nivel global por la ONU, sin embargo posee una bandera y un territorio.
Liberland fue fundado en abril de 2015 por Vit Jedlicka, un hombre checo que estuvo buscando durante muchos años terrenos no reclamados por ningún país para crear una micronación basada en el pensamiento libertario (ya reflejado en su propia bandera con los colores amarillo y negro, típicos colores libertarios). Se trata del paraíso del liberalismo, teniendo como lema "vive y dejar vivir" que coincide con el ideal libertario.
Situado entre Croacia y Serbia. Tras la desintegración de Yugoslavia y Guerra de los Balcanes, Vit preguntó a Croacia y a Serbia sobre un terreno de siete kilómetros cuadrados (con 5 kilómetros mas de terreno que Mónaco) entre ambas, a los que no recibió ningún reclamo del mismo por lo que inmediatamente lo declaró como tierra de nadie, puso una bandera y formó un gobierno de forma democrática. Curiosamente hubo unas elecciones donde resultó aplastante vencedor Vit tras recibir el voto de su novia y un amigo, los únicos ciudadanos de Liberland por aquel momento.
Incluso tiene embajadas repartidas en el mundo, ubicadas en países como España, concretamente en Tenerife. Tiene unos impuestos del 0%, siendo lo más parecido a estos las donaciones que permiten a los ciudadanos poder participar en la vida política de forma totalmente voluntaria. Liberland es un país diferente que no tiene una moneda física propia, sino que funciona con monedas virtuales admitidas como bitcoin y ethereum, aunque pretenden crear su propia criptomoneda denominada méritos. Los méritos estarán limitados por el Gobierno y equivalen a un dolar con el fin de que haya una transformación y transferencia de divisas.
Dentro de este país, el peso recae sobre la iniciativa privada, donde toda acción social es financiada por iniciativa privada. La Constitución de Liberland no permite que el país se endeude, negándose también a tener ejercito y entrar en cualquier conflicto bélico, considerándose en todos los posibles conflictos neutral. También se plantean gastos gubernamentales mínimos y se permite que las criptomonedas compitan entre sí en las país, dado que no hay reconocida ninguna oficial. Por encima del Estado se declara el respeto a la propiedad privada y a la libertad individual, el Estado jamás puede atentar contra estos dos preceptos.
Resulta chocante que para adquirir la ciudadanía de Liberland sólo sea necesaria requerirla en su página web, estableciendo dos únicos requisitos: no ser comunista, ni ser neonazi.
A finales de 2017 ya tenía medio millón de peticiones de ciudadanía, recibiendo intenciones de inversión de 20 millones de dólares.
El presidente de Liberland viajó a España, dónde se reunió con el presidente del Partido Libertario, Juan Ramón Rallo, que declaró a favor de la creación de Liberland.
Liberland se ha convertido en un paraíso fiscal que encarna el verdadero pensamiento libertario, por lo que no es de extrañar la gran cantidad de solicitides para ser ciudadano.
El caso de paraíso fiscal mas significativo es el de la República de Liberland, con impuestos del 0%. Este país no está reconocido a nivel global por la ONU, sin embargo posee una bandera y un territorio.
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Situado entre Croacia y Serbia. Tras la desintegración de Yugoslavia y Guerra de los Balcanes, Vit preguntó a Croacia y a Serbia sobre un terreno de siete kilómetros cuadrados (con 5 kilómetros mas de terreno que Mónaco) entre ambas, a los que no recibió ningún reclamo del mismo por lo que inmediatamente lo declaró como tierra de nadie, puso una bandera y formó un gobierno de forma democrática. Curiosamente hubo unas elecciones donde resultó aplastante vencedor Vit tras recibir el voto de su novia y un amigo, los únicos ciudadanos de Liberland por aquel momento.
Incluso tiene embajadas repartidas en el mundo, ubicadas en países como España, concretamente en Tenerife. Tiene unos impuestos del 0%, siendo lo más parecido a estos las donaciones que permiten a los ciudadanos poder participar en la vida política de forma totalmente voluntaria. Liberland es un país diferente que no tiene una moneda física propia, sino que funciona con monedas virtuales admitidas como bitcoin y ethereum, aunque pretenden crear su propia criptomoneda denominada méritos. Los méritos estarán limitados por el Gobierno y equivalen a un dolar con el fin de que haya una transformación y transferencia de divisas.
Dentro de este país, el peso recae sobre la iniciativa privada, donde toda acción social es financiada por iniciativa privada. La Constitución de Liberland no permite que el país se endeude, negándose también a tener ejercito y entrar en cualquier conflicto bélico, considerándose en todos los posibles conflictos neutral. También se plantean gastos gubernamentales mínimos y se permite que las criptomonedas compitan entre sí en las país, dado que no hay reconocida ninguna oficial. Por encima del Estado se declara el respeto a la propiedad privada y a la libertad individual, el Estado jamás puede atentar contra estos dos preceptos.
Resulta chocante que para adquirir la ciudadanía de Liberland sólo sea necesaria requerirla en su página web, estableciendo dos únicos requisitos: no ser comunista, ni ser neonazi.
A finales de 2017 ya tenía medio millón de peticiones de ciudadanía, recibiendo intenciones de inversión de 20 millones de dólares.
El presidente de Liberland viajó a España, dónde se reunió con el presidente del Partido Libertario, Juan Ramón Rallo, que declaró a favor de la creación de Liberland.
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Liberland se ha convertido en un paraíso fiscal que encarna el verdadero pensamiento libertario, por lo que no es de extrañar la gran cantidad de solicitides para ser ciudadano.
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